El Colegio Mayor Peñalolén reafirma su liderazgo indiscutible en la natación escolar nacional, cosechando su novena consagración consecutiva en la Final Nacional de Natación 2025. Con 274,5 puntos acumulados —más del triple que sus competidores más cercanos— el establecimiento santiaguino demuestra por qué se ha consolidado como el principal semillero de talentos acuáticos del país.
Celebrada el pasado fin de semana en el Stadio Italiano, la competencia reunió a 140 establecimientos de todo Chile. Sin embargo, el dominio del Colegio Mayor Peñalolén fue contundente: superó ampliamente a la Academia de Humanidades (82 puntos) y al Colegio San Francisco Javier de Puerto Montt (78,5 puntos), confirmando una hegemonía que trasciende el azar.
Excelencia académica con cultura deportiva: el modelo que funciona
Detrás de estos títulos consecutivos existe una estrategia integral que combina formación académica rigurosa con desarrollo deportivo de alto rendimiento. El Colegio Mayor Peñalolén ha estructurado un Programa de Acompañamiento de Deportistas de Alto Rendimiento que permite a sus estudiantes flexibilizar y compatibilizar sus entrenamientos competitivos con su vida académica, sin comprometer ninguna de estas dimensiones.
“Estos resultados no son casualidad”, afirma Matías Jaque Páez, entrenador en jefe y director técnico del programa de natación. Su análisis es revelador: el éxito descansa en dos pilares fundamentales. Primero, contar con un equipo especializado de entrenadores de clase mundial —como Simón Fernández y Katalina Bravo— que articulan la práctica escolar con la natación competitiva de élite. Segundo, la capacidad única del colegio de proyectar estudiantes hacia el alto rendimiento sin fragmentar su formación integral.
El factor infraestructura y continuidad técnica
Una ventaja decisiva es contar con piscina propia, compartida entre el colegio y el Estadio Mayor, su club deportivo afiliado. Mientras otros establecimientos deben arrendar instalaciones, el Colegio Mayor Peñalolén garantiza uso intensivo y planificación eficiente que potencia el desarrollo de sus nadadores.
Pero la infraestructura física es solo una parte. Lo verdaderamente transformador es la continuidad técnica: los mismos profesores que imparten clases integran el cuerpo técnico, lo que asegura un “lineamiento técnico” consistente desde los primeros años. El proceso formativo comienza en playgroup —con niños de cuatro años— y se extiende hasta cuarto medio, garantizando una base sólida que consolida el perfeccionamiento a lo largo de toda la trayectoria escolar.
De la cantera nacional al Team Chile
Este modelo ha generado atletas de clase internacional. Nombres como Trinidad Ardiles, Elías Ardiles y Martina Röper, todos formados en las filas del Colegio Mayor Peñalolén, hoy integran el Team Chile y han destacado en competencias internacionales de máximo nivel.
Actualmente, el colegio cuenta con más de 100 jóvenes en todas las categorías competitivas. “Nosotros mismos formamos a los deportistas que después representan al colegio”, explica Jaque. “Ese seguimiento constante nos da una ventaja enorme”, resume, subrayando cómo la observación diaria permite ajustar el trabajo según el ritmo individual de cada nadador.
Disciplina, responsabilidad y equilibrio
Aunque el palmarés impresiona, el objetivo del Colegio Mayor Peñalolén trasciende las medallas. “Intentamos transmitir responsabilidad, disciplina y equilibrio entre el deporte y los estudios”, precisa el entrenador. Los estudiantes aprenden a organizarse, cumplir entrenamientos exigentes y mantenerse vigentes académicamente —lecciones que trascienden la piscina hacia la vida.
El entorno institucional juega un rol determinante: el colegio facilita tiempos de entrenamiento, comprende la dinámica competitiva y apoya viajes y concentraciones internacionales, permitiendo que los jóvenes nadadores se entreguen por completo a su disciplina sin abandonar sus responsabilidades académicas.
Mirando hacia adelante
Con nueve títulos consecutivos asegurados, el Colegio Mayor Peñalolén enfrenta un desafío permanente: renovar su cantera cada año. “Siempre debemos volver a construir desde las bases. Cada generación que egresa deja un vacío que debemos llenar con nuevos talentos”, reflexiona Jaque.
Su visión es clara: seguir exportando nadadores que representen a Chile en el escenario mundial. “Nuestro sueño es que algún día lleguen a unos Juegos Olímpicos”, finaliza. Con un modelo que integra excelencia académica, cultura deportiva y acompañamiento especializado, el Colegio Mayor Peñalolén demuestra que el verdadero éxito no es fugaz, sino sostenible.
Fotografías gentileza: www.redgol.cl
