Como institución queremos reconocer al gran compromiso y trabajo que han desplegado los funcionarias y funcionarios de la salud y otras áreas en la lucha contra el COVID-19, a más de un año del primar caso diagnosticado en nuestro país.
Muchos de los padres, madres, apoderados y familiares que componen nuestra comunidad educativa Mayor son trabajadores que forman parte de los equipos de salud que en estos momentos están dando la lucha más dura contra el COVID -19. A todos ellos, como Colegio, queremos agradecer el compromiso por su labor y su entrega.
Nos encontramos en un escenario donde hemos tenido que modificar nuestros estilos de vida, han sido tiempos duros para todos. Pero, sobre todo, entendemos la estresante labor que realizan los equipos de salud haciendo frente a esta crisis sanitaria, lo que se suma a las extenuantes jornadas de trabajo, razón por la que valoramos más aún el compromiso que han tenido todos ellos en el apoyo del aprendizaje de sus hijas e hijos.
También es el momento de agradecer y destacar al personal del Equipo de Salud de nuestro Colegio, por el arduo trabajo que han realizado durante todo este tiempo en post del bienestar y resguardo de la salud de todos quienes componen nuestra Comunidad Educativa.
“En estos meses difíciles que vivimos, la tarea indispensable que desempeñan integrantes de nuestra comunidad en la primera línea contra el covid-19, constituye un hecho digno de continuar destacando y agradeciendo su entrega diaria, fundamental labor y testimonio. Aprendemos de ustedes tanto en lo personal como en lo profesional. Gracias. Muchas gracias.”, señala nuestra Rectora, Sra. Gabriela Toro Arriagada.
El apoderado, Gianfranco Panebianco, quien actualmente se desempeña como enfermero jefe de turno en Urgencia Mutual de Seguridad nos cuenta que para él lo más difícil ha sido “separarse de la familia, de los seres cercanos, ser profesional de la salud y estar 24 horas trabajando en un servicio crítico y llegar a ser profesor en casa, después ser papá, ver que los niños están estresados ya que no pueden salir a jugar con sus amigos, ver que ya la casa no es un lugar para descansar, ahora es un lugar de clases o trabajo”. Sobre el ámbito profesional señala que “es complejo ver que llegan las personas pidiendo ayuda porque les cuesta respirar. Y no son solamente los adultos mayores que tienen diferentes enfermedades asociadas, son personas de todas las edades, personas sanas, deportistas, el virus no discrimina… ¿Qué es lo más difícil? Saber que tal vez esas personas no podrán ver más a su familia, ver que puede ser cualquiera… tu familia, tus amigos cercanos o tí”. “Esto no es un juego, no es broma ni algún tipo de conspiración, esto es real, algo que vino para quedarse. Actualmente la situación sanitaria es crítica, hay personas graves en todos lados, y realmente el personal de salud está agotado”, puntualiza.
Patricia Lulión, apoderada de nuestro colegio, con más de 20 años de experiencia y quien actualmente se desempeña como enfermera de Servicio de Urgencia, nos cuenta su experiencia: “Creo que en esta época de pandemia creo que ninguno de nosotros dimensionó la gravedad de esto. No hay universidad, instituto ni libro que pueda graficar lo que estamos viviendo actualmente. En un principio nos tocó ir conociendo de a poco la información que recibíamos a través del Ministerio y con un poco de susto como toda la población, pero nosotros como equipo lo hemos enfrentado con mucha vocación para poder ayudar a toda la comunidad, aprendiendo apoyando. Y por otro lado, hemos recibido todo el apoyo de nuestras familias en su la mayoría de nosotros. Yo no hubiese podido venir a trabar si mi esposo no está en la casa apoyándome con los niños y a la vez los niños entregándome mensajes de aliento. Es una nueva forma de aprender a trabajar, hemos tenido que rearmarnos como equipo, capacitándonos permanentemente para poder buscar la mejor dinámica de trabajo con nuestros pacientes… Nos ha tocado ver el lado más crudo, la familia, la tristeza, pacientes que viven esto solos, porque no pueden estar acompañados por sus seres queridos”.
Asimismo, Patricia hace un llamado a que la población a confíe en ellos y dice: “que la gente se cuide, aquellos que pueden se queden en su casa y los que no pueden que tomen las mayores medidas de prevención. Esto de verdad no es un juego, es una guerra, el rival es inmenso, si nosotros bajamos un poquito la guardia vuelve con toda la energía a paliar con nosotros y tenemos que seguir por todos nosotros, por nuestras familias, por nuestros amigos, compañeros y por nuestra toda la comunidad”.
La apoderada, Fernanda Farfán, periodista, Jefa de Comunicaciones del Hospital Clínico de la Universidad de Chile. “durante toda la pandemia, desde que se inició, hemos estado a cargo de hacer la reconversión del hospital, de señalar todos los nuevos accesos, realizar videos para nuestros funcionarios de elementos de protección personal como de aliento para poder enfrentar el desgaste emocional en esta pandemia y también nos encargamos de un programa de apoyo a la salud emocional de nuestros funcionarios en conjunto con la clínica psiquiátrica y la división de R.R.H.H”. Y agrega “Mi experiencia en general ha sido de un gran aprendizaje en lo humano, el trabajar en salud te da una perspectiva de valorar mucho los momentos de salud. Hemos tenido momentos muy difíciles como cuando se nos han muerto pacientes y eso te desarma emocionalmente y te da rabia cuando ves las calles llenas de personas. A veces me angustia que mis niños estén solos, no los puedo acompañar, pero saben que la mamá trabaja en un hospital que hacemos un trabajo por nuestros compatriotas y la gente decirle que valore la salud que tiene, que valoren lo sencillo, a la familia, que no salgan porque basta unos segundos para contagiarse y caer en una situación crítica y hoy día el Covid-19 está afectando cada día más a personas más jóvenes y eso es tremendo”.
Para finalizar Fernanda, señala: “Quisiera agradecer el apoyo del Colegio hacia el personal de salud, tengo solo palabras de agradecimiento, me han tocado profesoras súper buenas, han sido un sol en estos días que son muy difíciles”.
Estaremos siempre en deuda con todos los trabajadores de la salud que están en la primera línea de esta pandemia, y estamos agradecidos de cada uno de ustedes, por cada día, cada noche, cada turno adicional y cada cena perdida con sus familias, con el propósito de salvar vidas, cuidar y ayudar a otros.
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