El ministro de Educación anunció el viernes que se levantaba el decreto que había suspendido las clases en marzo, abriendo la posibilidad de que las clases presenciales se reanuden de acuerdo a la realidad sanitaria de las comunas y de cada establecimiento. Un hito que para las familias y colegios está cargado de tanta alegría como de inquietudes y temores. La clave del proceso es ir efectivamente “paso a paso”, dar las garantías sanitarias a apoderados y alumnos y apegarnos a los cuidadosos protocolos en los que llevamos meses trabajando.
Este viernes 7 de agosto se ha dado un paso más hacia la vuelta de los niños y niñas a los colegios. La semana pasada el Ministerio de Educación dio a conocer un documento de Orientaciones del Plan de Retorno a Clases que abordaba los principios y bases conceptuales que regirán este proceso y ahora se publicó en el Diario Oficial el Decreto que levanta suspensión de clases.
¿Qué significa esto? ¿Qué el retorno es inminente? No necesariamente. Hasta ahora, las clases estaban suspendidas desde el 16 de marzo a través de un decreto del Ministerio de Salud, que adoptó esta medida como una forma de frenar el contagio de Covid-19. Esa prohibición decretada es la que se levantó el viernes para permitir que, gradualmente y de acuerdo a la fase de desconfinamiento que vayan alcanzando las distintas comunas del país, puedan resolver si están o no las condiciones necesarias para que los niños y niñas vuelvan a clases. El decreto de Minsal prohibía, técnicamente, las clases para todo Chile. Pero ya hay comunas que excepcionalmente han podido volver a clases (Rapa Nui, o Isla Dawson), dada su situación insular y sin contagios. Ahora se abre la posibilidad para que en las comunas que están en Fase 3 de Preparación en el Plan Paso a Paso (como las regiones de Aysen y Los Ríos) los alcaldes puedan pedir la reapertura de colegios, siempre que estén dadas las condiciones sanitarias. Sin embargo, el Plan Paso a Paso lo que contempla masivamente es que la reapertura se realice cuando se alcance la Fase 4.
¿Qué pasa con la Región Metropolitana y con los Colegios Mayor? La posición del colegio es “no forzar las cosas ni los plazos”, dice el Director General, Rodrigo Moraga. “Vamos a respetar las fases establecidas y si lo que corresponde es solicitar el retorno en Fase 4, se respetarán esos plazos”.
Por otro lado, las comunas de Peñalolén y Puente Alto, donde están las dos sedes de los Colegios Mayor, son comunas que están recién en fase 1, en confinamiento total. Incluso, si el plan de las autoridades para ir levantando las cuarentenas paulatinamente y si las cifras de la pandemia son favorables, el retorno no se producirá antes de la última semana de septiembre.
Antes que eso, hay que tener completamente implementados cada uno de los protocolos sanitarios preparados por el Comité Corporativo de Retorno y por los Comités Locales de Retorno que tienen Colegio Mayor Peñalolén y Tobalaba, respectivamente. El resguardo de la salud y protección de los niños y niñas, así como la de los funcionarios es el tema prioritario y la decisión institucional de Colegios Mayor es no arriesgar procesos de ensayo y error. Para tener los mayores grados de certidumbre es que se ha estado trabajando desde mayo con los Comités de Retorno de cada colegio.
El segundo gran tema es hacerse cargo de que un proceso como éste y dadas las experiencias que han vivido numerosas familias, involucra miedos e inquietudes. Asumiendo eso, es que Colegios Mayor trabaja paralelamente en implementar un sistema (Aula viva) que permita la modalidad de transmisión simultánea para los hogares de las clases que tengan lugar presencialmente en el Colegio. El objetivo es poder ofrecer tranquilidad a las familias que por muchas razones no puedan arriesgarse a clases presenciales (enfermedades previas, adultos mayores en casa o cualquiera otra razón) pero que desean mantener la continuidad del proceso educativo. En el boletín del próximo domingo ampliaremos con más detalles las condiciones de retorno y la modalidad Aula Viva.
Documento de Orientaciones de MINEDUC
En este proceso de retorno al Colegio que ya ha comenzado, aunque la fecha aún sea indeterminada, es importante tener en cuenta lo que ha señalado el ministro de Educación, Raúl Figueroa: la vuelta a clases tiene que basarse en 3 conceptos fundamentales, seguridad, flexibilidad y voluntariedad. Y a esto se ceñirá el desarrollo del proceso que hagamos en los Colegios Mayor.
El Documento de Orientaciones del Plan de Retorno a Clases que el Ministerio de Educación difundió a las escuelas y colegios de todo el país ampliaba más estas consideraciones. El retorno se estructurará en torno a 5 pilares y, a modo general, la idea es poder dar cabida a todas las realidades distintas de las diferentes comunidades educativas. En base a estos principios se orienta al sistema escolar a adoptar medidas y decisiones que permitan un retorno en condiciones seguras a las clases presenciales, ocupándose de la protección de todos los integrantes de la comunidad educativa de acuerdo a sus contextos y situaciones locales, sin perder de vista que quienes más pierden en situaciones de crisis como la actual son los estudiantes y comunidades más vulnerables, por lo que se requiere diseñar y planificar acciones que resguarden la equidad educativa.
Seguridad y protección: La disposición de las autoridades es que se retornará a clases cuando las condiciones sanitarias lo permitan: que existan las condiciones ambientales básicas de higiene, limpieza, cuidados personales y de distanciamiento social en los establecimientos. Implica también reforzar la instalación de una cultura preventiva en todas las comunidades educativas.
Contención socioemocional: Los establecimientos deben prepararse para que sean los docentes los primeros llamados a contener a los estudiantes en el retorno presencial. Esto se refiere a la dimensión terapéutica en cierta medida pero, sobre todo, tiene que ver con desarrollar prácticas pedagógicas orientadas a la contención. Se trata de promover y desarrollar una convivencia escolar respetuosa e inclusiva como aprendizaje transversal.
Flexibilidad y gradualidad: Además de hacer un proceso paulatino y de a poco, la gradualidad debe acompañarse de flexibilidad para que cada establecimiento pueda reanudar las clases de acuerdo con sus condiciones particulares y realidades. Cada establecimiento debe poder adecuar sus procesos de gestión institucional (administrativos, pedagógicos, de infraestructura) al desafío de reanudar las clases presenciales. No existen soluciones rígidas iguales para todos y es necesario “recomponer la confianza entre funcionarios, estudiantes y familias, probablemente afectados por el clima de incertidumbre y temor social. La gradualidad del retorno será comunicada por las autoridades del Ministerio de Educación”, dice el texto de las Orientaciones.
Centralidad del proceso pedagógico: El aprendizaje y la importancia de la escuela es mucho más que la transmisión de contenidos. Los procesos pedagógicos son el conjunto de prácticas, relaciones intersubjetivas y saberes que suceden en los procesos educativos, con la finalidad de construir conocimientos, desarrollar competencias para la vida en común y para instalar valores. El retorno a clases presenciales debe ser planificado manteniendo el foco en los aprendizajes sociales, socioemocionales y disciplinarios de todos los estudiantes. En un contexto de regreso tras una pandemia, implica es planificar y adecuar lo que van a aprender los estudiantes, definir los aprendizajes esperados; cómo van a aprender, planificar las estrategias, recursos pedagógicos y materiales y las actividades pertinentes (sobre todo incorporando TICs), como se monitoreará y evaluará el aprendizaje. Todo ello con una mirada integral.
Equidad: Poner al centro de las preocupaciones de escuelas y colegios la protección, el cuidado y el resguardo de las trayectorias educativas de todos los estudiantes, identificando a tiempo los apoyos diferenciados que van a requerir. La cuarentena, la educación a distancia, el acceso a la educación virtual, no fue igual para cada colegio ni para cada estudiante. El retorno debe tratar de volver a nivelar esas diferencias que se generaron en las circunstancias materiales y familiares que le tocaron a cada uno.
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