Durante el desarrollo de la pandemia en los vacunatorios (públicos y privados) se ha notado una considerable disminución de la afluencia de niñas, niños y adolescentes para recibir las vacunas del calendario de vacunación ministerial.
Lo anterior se da a raíz de las ganas de proteger a sus hijos del contagio de COVID-19 en los centros de salud, lo cual es totalmente legítimo y comprensible, pero ¿qué pasa con el resto de las enfermedades infecto contagiosas que podrían llegar a contraer las niñas, niños y adolescentes? En este contexto es de suma importancia recordar que el calendario de vacunación escolar, se crea a raíz de un problema de salud pública, es decir las enfermedades para las que hoy existen vacunas, y que se colocan en la etapa escolar, se crearon para proteger a las niñas, niños y adolescentes, como a todo su grupo familiar y por consiguiente a toda la comunidad, ya sea de padecer las enfermedades o de contagiarlas, sin ir más lejos la pandemia por COVID-19 nos da un atisbo de cómo se propaga una enfermedad cuando no hay una vacuna que la pueda controlar.
Más que verlo como un acto personal, la vacunación, contra cualquier enfermedad, se debe ver como un acto de solidaridad, porque quizá yo no voy a desarrollar la enfermedad si no estoy vacunada, pero si puedo transmitírsela a alguien que si la puede desarrollar y tener consecuencias graves por esto.
Dejamos con ustedes video explicativo de nuestro Director de Salud de Colegios Mayor Dr. Jorge Vergara.
Fanny Quezada, enfermera de Colegio Mayor señala al respecto “Mi deber como profesional de la salud invitar a madres y padres a llevar a sus hijos a los vacunatorios de la red asistencial para que puedan recibir las vacunas que les corresponden según su edad o a continuar con el calendario de vacunación, si es que no le han colocado alguna vacuna a su hijo o hija”.
Deja un comentario